lunes, 30 de diciembre de 2024
martes, 3 de diciembre de 2024
POSTALES DE LA ARGENTINA QUE VUELVE
1990: PARA CAMBIAR UNA HISTORIA O SOBREVIVIR A ELLA
Allá tiempo y hace lejos terminábamos en la localidad de Ayacucho un taller de escritura de nuestro espacio El Aleph, por invitación de la querida Ana María Carabetta, de la Agrupación de Impulso a las Bellas Artes, e invitamos para el cierre al inolvidable maestro y amigo Hamlet Lima Quintana, que brindó un recital poético cuya filmación aún nos debe la TV de esa localidad. Trabajábamos, resistíamos, leíamos y escribíamos en tensión con una historia que amenazaba el futuro de todos.
De allí al poco tiempo saltamos a Maipú, donde actuó Cristina Baridón en un hermoso recital de canto y guitarra. Este video sí lo tenemos. Artesanal, reconstruido. Gracias a un registro con cámaras no profesionales que se rescató en VHS. Aquí les compartimos 5 minutos con fragmentos muy disfrutables que logramos digitalizar.
Acompañaron a Cristina en esa ardua gira bonaerense sus hijas Cecilia (hoy cantante de blues) y Aldana (antropóloga de la UBA, por entonces en la panza de la madre).
Empezaba la durísima década de los años '90s. Publicamos esta semblanza al final de 2024, cuando Argentina reproduce agravada aquella situación socioeconómica y cultural.
Hasta regresan las canciones de Mario Benedetti: 'usted preguntará por qué cantamos'.
Pero hay que cantar. Siempre.
* * *
2024: EL ZOMBIE QUE DUERME EN UN CAJERO
Soy un tipo común que disfruta el momento en el lugar que le toca, aborrece la política, cumple sus obligaciones y no molesta a nadie. Administro bien lo que supe ganar; nunca me regalaron nada. Y tengo mucha fe. Memoria no. Reconozco que tengo poca. Lo que sí padezco es una pesadilla recurrente sobre el olvido. Siempre me despierto asaltado por la misma angustia: “¿qué se me pasó por alto? ¿qué tenía que hacer? ¿qué pude haber hecho y no hice, y en qué momento?” En la pesadilla -anoche he vuelto a tenerla- estaba sin comida ni trabajo, sin techo (sin remedio): era el amanecer del día más largo de mi vida; yo había pasado la noche cubierto por un cartón-frazada, en el cajero automático de la esquina del barrio, y al despuntar el alba caminaba por la ciudad que de a poco se iba llenando de gente. Unas cuantas personas con las que me cruzaba parecían asustarse como si vieran a un zombie; muchas temblaban al borde de mí mismo, calladitas, expectantes, curiosas o culposas, tal vez con miedo de algún mordisco o algún remordimiento. Y me esquivaban (se esquivaban) a los tumbos. Aparte de éstos, toda la otra gente, inmensa e inmersa en una feroz mayoría, más que esquivarme, me atravesaba con su indiferencia. O peor: celebraba, despreciaba y condenaba mi hambre sin remedio, mi imperdonable orfandad. Después de mendigar toda la jornada, ya en el ocaso, yo volvía al cajero automático y me acurrucaba en posición fetal para no escuchar el murmullo creciente: eran mis viejos, mis hijos, mis mejores compañeros de trabajo, algunos buenos vecinos del barrio, la mujer que amo: todos parecían zombies que después de haberse mordido a sí mismos con rabiosa voracidad se infectaban mortalmente, y venían a esperar turno en el cajero del banco, arrastrando sus cartones y sus pesadillas, cada quien repitiendo la misma letanía que temblaba en mis labios: “¿qué se me pasó por alto?” “¿qué tenía que hacer y en qué momento?” y por fin, una y otra vez, babeando a coro: “algo no habremos hecho”…
Edgardo Ariel Epherra
jueves, 14 de noviembre de 2024
martes, 12 de noviembre de 2024
FERIA DEL LIBRO DE SIERRA DE LA VENTANA
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Base operativa del grupo en Sierra de la Ventana, para sostener intensos días de Feria. |
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Auditorio: instalaciones, ambientación y sonido impecables. Autogestión, eficiencia y calidez. |
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Desde la izquierda: Ruben Parra, Edgardo Epherra, Claudia Del Valle y Cristina Baridón: lecturas. |
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Excelente cantidad y calidad de participación del público. Todas las edades, procedencias diversas. La misma pasión. |
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Bibliotecarias y docentes de varias localidades debatiendo sobre la promoción de libro |
jueves, 17 de octubre de 2024
lunes, 16 de septiembre de 2024
GAS PIMIENTA Y TRES MILAGROS
CRÓNICA DE SÍMBOLOS RECUPERADOS
Cuando llego al salón de SUTEPA mi objetivo es aportar un
par de narraciones a la “Celebración de la Brevedad II” que organiza Macedonia,
la editorial de Fabián Vique. Ya hay mucha gente: un bullicioso grupo se abre y
dos o tres colegas me integran con mezcla de ternura y efusividad. Los conocidos
presentan al resto, y pronto estoy multiplicando el rito con escritoras, editores,
docentes, talleristas y lectores que llegan de capital, provincias y el
exterior. La cordialidad no debería sorprender. Pero cuando el ‘sálvese quien
pueda’ consigue agrietar el espacio entre los cuerpos, entonces las almas van
enfriándose, arrinconadas y solas, y todos naturalizamos el maltrato. Así que esta
celebración de lo breve ya recupera un símbolo: el viejo y querido abrazo
argentino.
Al ingresar en el auditorio aprecio (y es la palabra) una
mesa muy bien dispuesta, flanqueada por dos banners: uno da cuenta
de que Macedonia viene publicando buena literatura desde 2008. El otro
identifica al salón de actos -que gestionó Juan Romagnoli- como propiedad de un
gremio. Semejante convergencia de cultura y sindicalismo me confirma que algo
bueno sucede o está por ocurrir, puesto que son dos actividades que nos hablan
de inteligencia y sensibilidad, una, y de compromiso solidario la otra. Así descubro
un nuevo símbolo recuperado: la creación artística y la defensa de condiciones
de trabajo dignas, en un mismo evento, conviviendo en la ciudad de la furia, en
esta Argentina que somos. Modesto milagro pero milagro al fin.
Este 11 de septiembre es una fecha especialmente difícil para
muchos de nosotros: hoy se celebró el Día del Maestro, y hubo protesta en la
calle porque se compraban legisladores para que vendieran a los jubilados. Por
estas horas la policía rociaba con gas pimienta los ojos de un abuelo de 75
años y los de una nena de 10. De veredas tan sangrientas muchos llegamos a
este evento literario. Y entonces, ahora, me miran esos rostros en blanco y
negro. El banner del sindicato eterniza fotos de afiliados detenidos –
desaparecidos en la última dictadura, con una frase que recuerda: “sin memoria
no hay verdad ni justicia”. Es el tercer ‘símbolo recuperado’ (que no el último)
al final de una extraña jornada.
Esta crónica no auspicia mayores optimismos acerca de la bonhomía de las multitudes, el futuro del trabajo digno, el arte como condición suprema, el final de la crueldad, o una política higienizada de advenedizos corruptos. Sólo abarca un momento breve (como la ficción que se celebra) en esta ‘Ciudad Autónoma’ cuyos habitantes practican, en amplia mayoría, formas de vida y de(s)trato proclives al individualismo y la banalidad. Pero la fiesta macedónica existió, se percibía, pudo olerse, escucharse, saborearse, y perdura en las almas de todos y en el cuerpo de cada uno.
Estoy reportando aquí milagros casi imperceptibles
pero bien concretos: verdaderos símbolos recobrados. Espacios que se reinventan, ensanchan y habitan con esperanza. En alguna medida es abandonar las protestas confortables ¿y tranquilizadoras? de las redes sociales, reivindicar el diálogo, los debates abiertos, las disidencias teóricas y la inclusión física de los otros, de nosotros, en espacios públicos. Y los hechos que se narran demuestran que estas cosas ocurren y se van multiplicando. ¿Importa más entonces lo simbólico o lo
material? Cada lector deberá decidirlo. Quien escribe es el último en
enterarse. Cuentan que Hesíodo en la Grecia clásica les preguntó a las Musas:
“¿Cómo puedo perfeccionar mi oficio de contar la vida?” Y ellas le aconsejaron:
“Debes salir a narrar cosas que no son ciertas, pero que son verdad”. Hasta
aquí mi humilde intento.
Edgardo Ariel Epherra
viernes, 10 de mayo de 2024
CRECE LA USINA DEL PODCAST LITERARIO
Nombre del emprendimiento: Club de Radio El Aleph – Literaturas argentinas para el mundo.