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domingo, 25 de mayo de 2025

LOS BALIDOS DEL SILENCIO

IGNORANDO AL REBAÑO INQUISIDOR
 
 

Resilencio Del Bosque es un escritor trashumante que anda por ahí contando historias. Como a cualquiera, le ha ido mal y le va bien, celebra y fracasa en proporciones cambiantes. En todo lugar trabaja y disfruta el decir y el escuchar. Cuando le va mal permanece en la ciudad austera donde vive. Sus vecinos lo aprecian, pero le imputan no saber adaptarse a los tiempos, y creen que algo ‘no habrá hecho’ para ser económicamente inestable. En cambio, cuando le va muy bien, los señores y señoras respetables preguntan quién le paga, quién lo lleva, quién lo aloja, y -tal vez lo peor-: qué hay ‘detrás de todo eso’. Él conoció escenarios de la más empobrecida periferia, también anduvo trabajando por el Caribe, las Islas Canarias, Festivales de capitales importantes y cambalaches pueblerinos. A innumerables sitios lo invitaron para que lleve su palabra, según lo iban descubriendo y valorando. No dependió jamás de un favor político partidario ni de un mecenazgo financiero o empresarial para ganarse la vida. Y sobrevivió a cada mal momento contando historias en boliches ’de cercanía’ o dictando breves talleres, como le sucede ahora mismo. Así que aprendió a soslayar los juicios previos (prejuicios) que consagra la grey: siempre que le va mal se lo acusa de vagancia intransigente, y cuando le va bien lo sospechan de trabajar para sectores que malgastan recursos en banalidades. Él sigue caminando con su arte limpio y su conciencia libre, casi como esos emigrantes que sólo llevan la intemperie como bandera: quiere bien al rebaño inquisidor. Sin embargo nunca responde a los que buscan la paja en el ojo de un artista pero ignoran la viga en el ojo propio. Jamás contesta al que repite las preguntas equivocadas, a quien respalda economistas que lo endeudan, a abanderados de una inflación galáctica, a los que aplauden a quienes proponen matar abuelos, vender niños y eliminar disidentes. Los buenos vecinos y vecinas, a todos ésos, nunca les preguntan nada: hasta los eligen para presidente. Mientras tanto, Resilencio Del Bosque se dedica a trabajar.